Mensaje de la Virgen en el primer domingo de mayo 2018

06-05-2018

Virgen:

La Virgen María y el Niño Jesús

(Al empezar el día se respiraba mucha Paz).

Se diría, hija mía, que parece que todos los hombres son buenos y no anida nada malo en su interior…

(Transcurrió un rato más de oración).

Sin embargo, querida, ¿ves? Ahora ya se han despertado y ya maquinan, lo primero del día pensamientos malos y decisión de continuar en el mal. Y el ambiente cambia.
Sabes qué, despunta el día y vuestra Madre quiere elevar la naturaleza y a todos vosotros hacia Dios. Dios pone en marcha el día, día a día, esperando de vosotros una conversión, un acercarse -¡un poquito!- vuestro corazón a Él.
Él no pierde la Esperanza. Y Yo con Él. Yo ¡vuestra Madre, que os quiero y os amo inmensamente!
Si Dios no pierde la Esperanza con vosotros, vosotros no deberíais perderla.
Y cada mañana, haced el propósito en vuestro corazón de un cambio de día, de un cambio de vida.
¡Ya sé que sois débiles! Ya sé … Habéis olvidado los Sacramentos y venir a la Fuente para beber. No sabéis lo que os pasa, ¡lo que os sucede es que no tenéis a Cristo, hijos! Muchos, a pesar de haber sido bautizados, habéis perdido su Gracia.
Y os cuestionáis, “¿qué nos pasa?” ¿No lo veis? Es simple: no tenéis a Cristo. No tenéis al Novio.
Estáis invitados a la Boda por Él, y no lo encontráis.
La vida es una Fiesta de Bodas con el Hijo. El Hijo de Dios. Esa es la vida. La Verdadera Vida. La Vida en Gracia. En Gracia de Dios.
Sea cual sea vuestra circunstancia, estáis invitados al convite. ¡Qué vida! ¡Cuánta Gracia! ¡Qué Alegría! Cuando uno vive según sus Mandatos. Los Mandatos de Dios.

(Me doy cuenta que a virgen está meditando el Evangelio de hoy. Jn 15,9-17).

Buscad, ¡amados míos! en el Evangelio qué es: “Vivir según los Mandatos de Dios”. Dios no ha cambiado su Ley… la Ley es la misma ayer, hoy y siempre.
Queridos míos: ¡Yo Soy la Madre de todos! Yo os amo a todos inmensamente, infinitamente, pues tengo en Mí el Amor de Dios.
Buscad mi Amor. ¡Aquí estoy! Aquí estoy para vosotros.
¡No estéis siempre pensando en el mal! El mal que hicisteis, el que los otros te hicieron … Pensad que vivir en Gracia significa vencer el mal con el bien. Y es el Bien de Dios, no el bien vuestro. Si vivís en Gracia, si vosotros vivís en Gracia.
Queridos, Yo os he dado guías y os he dado instrumentos, como lo es esta pequeña. Seguidla, pues porta el Mensaje de Dios. No Soy Yo misma, sino Dios a través de Mí, que os busca, que os sale al encuentro. Que no se cansa de llamaros.
No es el Poder que tiene la Virgen, sino el Poder que tiene Dios en Mí. Su instrumento. Yo también Soy su instrumento.

Querida, muchos hermanos tuyos están y viven como si fueran huérfanos sin serlo. ¡Ve y diles que tienen una Madre! Ve y diles que Yo Soy vuestra Madre que os quiero y os amo. Os salgo al encuentro, de parte de Dios. Y que nunca, nunca os dejaré. Sabed que Yo estoy con vosotros siempre, siempre. Os cojo de la mano durante vuestra vida, y en el tránsito de la otra, os llevo de mi Mano al Padre.
Él os está esperando.
La vida eterna es maravillosa, ¡y existe! Existe, hijos. Y para venir a gozar de ella en plenitud, tenéis esta vida terrestre. ¡Vividla en dignidad! Hijos míos, vosotros sois dignos de entrar en las moradas de Dios desde el momento que vino Jesucristo a vuestros días. ¡Tenéis a Dios con vosotros!
Acudid a la Eucaristía. Ahí está, esperándoos.
Jesús Eucarístico se encuentra en el Sagrario y en la Custodia con los brazos abiertos prontos para recibiros, ¡para estrecharos!
Hijos míos, ¡Jesús os espera! ¡Jesús os espera! ¿Cómo estáis tristes?
Hijos míos: Dios no os ha abandonado desde el momento que ha dejado a Jesucristo con vosotros en la tierra en el Sagrario, y ha enviado a vuestra Madre y la Suya para ayudaros, para acompañaros todos los días de vuestra vida y en el postrer suspiro.
Hijos, ¡no debíais estar tristes!
Hijos, ¡no sois huérfanos!
Tenéis un Padre, me tenéis a Mí, vuestra Madre.
¿No podéis ver cuánto os amo?
Venid. ¡Venid a Mí!
Mirad, si no sabéis cómo: empezad rezando el Rosario. Venid a Mí así. Es una oración simple. Todos vosotros os acordáis y podéis ser capaces de rezar un Avemaría y un Padrenuestro y un Gloria. Venid a Mí así. Ése es el Rosario. Contemplad los Misterios de mi vida junto con la Ley de Dios. De mi vida en obediencia a Dios.
Eso es. ¡No hay más! Yo me comunicaré a vosotros. Lo prometo. Iniciad el Camino. Saldré a vuestro encuentro.

Hijos míos, ¡todos! Todos sois mis hijos. Estéis como estéis. ¡Sois mis hijos y Yo os amo! Que nadie se sienta excluido. La Virgen Madre es para todos. ¡Yo os amo a todos!
Venid. ¡Venid a Mí, por favor!
Aquí tengo todo preparado para curaros, para sanaros, para limpiaros.
No existe nadie sobre la tierra que “no tenga remedio”, como vosotros decís.
¡No me digáis eso! ¡Yo soy la Madre de todos!
No soportaría ver que ni uno solo de vosotros os condenarais.
Así que, por lo tanto, me hago cargo y lo tengo todo previsto. Yo lo solucionaré. Pero venid a Mí.
La Madre puede, la Madre ve. Lo tengo todo donado por Dios. Dios me ha hecho portadora de su Don para vosotros.
Él se complace en ver todos los rescatados del Desastre, por su Madre. Sobre todo los de la última Hora.

¡Sabed que las compuertas de la Gracia están hoy todavía más abiertas que nunca! ¡Venid! ¡¡Venid corriendo!!
Por aquí, por esta rendija voy a colar a todos mis hijos que confían en Mí.
No. ¡Ya sé que no es fácil cambiar de vida, hijo! Y que si no cambias de vida no podrás entrar, ¿pero no sabes que tienes una Madre?
Yo estoy aquí. Que Soy tu Madre y te amo. Venid a Mí.
¡Ven a Mí!
Amén.

1 comentario en «Mensaje de la Virgen en el primer domingo de mayo 2018»

  1. Estimados lectores de VDCJ: ante mensajes tan bonitos de la Virgen y ante su amoroso llamado no se trata ahora de entretenerse diciendo o pensando lo que otros hacen o quizás dejan de hacer o quién debería hacer y que lo hagan quienes deberían… ¿quiénes son todos los que deberían? Si, hay pastores, legítimos, de condición pecadora, por los que también hay que rezar por cierto, pero si tantos santos en la historia hubieran estado tan absortos mirando al papa y a los obispos esperando que ellos hicieran… ¿ acaso se habría fundado tantas congregaciones y se habrían hecho tantas cosas? ¿Acaso lo pensó santa Juana de Arco, cómo ella siendo una joven mujer campesina debía “meterse en lios” y por eso se quedó en su casita? ¿acaso se lo preguntaron tantos santos en la historia o se fiaron de Dios y se pusieron en pie? En lugar de lamentos y brazos cruzados, o debates sobre galgos y podencos, hay que responder al llamado de la Madre, especialmente en este mes de Mayo, respondiendo con el rosario diario, pero no sólo eso, adorando a Cristo Eucaristía, yendo a misa todos los días posibles, ofrecer actos de amor reparadores, resistir al mal y los malvados siendo olor de muerte para ellos, atender a los sencillos humildes y necesitados en cuerpo y alma siendo fragancia de rosas para ellos,.

    Además, motivos hay muchos, especialmente los días 12 y 13 de Mayo, ese fin de semana debemos colaborar en organizar, participar, ayudar en cuantos actos de rosarios públicos se organicen en España. Y difundirlos, sabiendo que eso hace sonreir mucho a la Virgen. Buscad en internet o donde sea y os saldrán cosas… que quien lo busque…. lo hallará. A ver, que levante la mano el que se hace el remolón o la remolona, que eso viene de sugerencia del enemigo. Reconoce cómo te sugiere el bellaco que no hagas nada y hazle rabiar. Esta vez dale un sonoro no al maligno y un sonoro si a Nuestra Bella Madre. A cada uno lo suyo, como hacía santa Teresa: las heces para abajo y la oración para arriba. Un cordial saludo

Deja un comentario

X