Mensajes sobre el Valle de los Caídos

25-08-2015

Jesús:

Paseando por el Valle de los Caídos, veo mi insignificancia y la magnitud de todo esto, y pienso:

“¿Qué hago aquí?” Me dijiste que yo soy a mi Obra como me siento aquí: una minúscula comparada con una magnitud majestuosa. Que tiene su razón de ser que me hayas traído aquí.

Hoy, cuando volvía de Misa, pensaba que esto estuvo hecho para que estuviera lleno de gente. Cómo es que no lo estaba. Que era una pena. Cuando veo el funicular que no funciona, la base de la cruz que no se puede subir, el restaurante del funicular cerrado, me da pena que no esté esto lleno de creyentes.

Sí estaba hecho para eso: para adorar a Dios. El hombre en concordancia con la Creación, y la obra del hombre alabando en conjunto todos a Dios. Lo que ocurre que el pecado ha hecho sus estragos y ha intentado anular la obra de Dios. Como ves, no lo ha conseguido del todo, pues vienen hombres aquí, aunque cada vez menos, a adorarme.

En la Jerusalén futura esto no será destruido.

El Valle de los Caídos será uno de esos lugares donde esté perenne mi Cruz y donde no llegue la destrucción del hombre, por efecto milagroso, porque intentarán a toda costa derribarlo, incluso bombardearlo. Pero Yo os prometo que este lugar quedará para el Final de la Historia.

Es un lugar que entierra los restos de una guerra fratricida por la religión, [1] donde también se ofrecen Misas por los enemigos de la fe, donde se pide perennemente por España en todas sus Misas y en todas sus oraciones, donde una Comunidad de monjes que me agradan, que son de mi Corazón, se ofrecen continuamente al Padre por sus hermanos, en Caridad ardiente.

Te pido por las dificultades que tienen. [2]

Yo te prometo que, en virtud de tu oración, también saldrán vencedores de este nuevo ataque del Enemigo.

Por eso también te he traído aquí, para que intercedas por ellos.

Esta Comunidad es muy necesaria, pues es muy del agrado de mi Corazón.

Podéis recomendar aquí vocaciones de jóvenes. Hacen lo que Yo les digo.

Esto lo superarán con amor y caridad hacia el hermano, de ésa de la que practican con constancia, y todo pasará como un nublado. Con el tiempo verán esta etapa como un nublado que pasó, ocultando el sol, pero que no descargó. Todo pasará. Que oren y se sacrifiquen por ello.

En los días del Castigo los que puedan vendrán aquí a refugiarse.

La Comunidad debe pedir para que Dios aminore el Castigo sobre vuestra Patria, y que aquí pueda quedar al menos un pequeño Resto.

Deben conducir más a los seglares que vienen a ellos a la oración. Porque lleven vida de seglar y no de monje, [3] no quiere decir que no deban orar y que no deben participar de la Santa Misa a diario, ya que en España tenéis todas estas posibilidades.

Los seglares que han descubierto aquí un remanso de paz y un lugar tan privilegiado donde se encuentra fácilmente al mismo Dios, deben aprender que a Dios se le encuentra más orando, y aquí pueden empezar y pueden alimentar esa vida de oración.

Quisiera que las Capillas estuvieran llenas de seglares que vienen, y no sólo cantando con los monjes. Quisiera que en ellas se tratara de Amor con el Amado. [4]

Queridos, si aquí no se hace la suficiente Adoración, quizá no puedan verse cumplidas todas mis Promesas sobre este sitio. [5]

¿Sitio de Dones místicos? Sí, lo será. Tú aquí, y otras personas, tienen locuciones. Pero, ¿qué mayor Don que no ser destruida en los días de la Gran Tribulación?

Si prohíben el acceso de los seglares al Valle, depende de los mismos seglares que eso tenga lugar.

28-08-2015

Jesús:

El Valle de los Caídos, ese lugar que algunos llaman “telúrico”, es un lugar especial. Como lo son todos mis Camposantos. Pero como lo son Cementerios donde hay mártires.

Son lugares donde las almas de los mártires ruegan al Señor por su país, y más si han sido mártires de un país, de una nación concreta.

Acudid allí para recibir “la fuerza de los vencedores”, los vencedores de la fe. Pero no os quedéis sólo allí. Avanzad, pues los tiempos avanzan. Avanzad con los tiempos.

Hoy en día a la juventud poco les dice un lugar que les recuerda a una contienda meramente política, porque así se lo han hecho ver en sus enseñanzas.

No fue una contienda meramente política, pero Yo no quiero reabrir viejas heridas. Con las heridas actuales que tenéis ahora, tenéis bastante. Y a ver cómo os hermanáis.

Sólo os podéis hermanar bajo la Cruz. Pero en este hermanamiento, vencedores no pueden echar las culpas a vencidos e imponer sobre ellos el yugo de la cruz, de la que se sienten poseedores privilegiados.

La Cruz no es de un bando ni de otro. La Cruz es de todos, porque también es de los que asesinan a los mártires, pues por ellos morí. También morí. Soy el Padre de todos, soy el Salvador de todos.

Cuando hermanos y hermanos podáis abrazaros en un abrazo fraterno al pie de la Cruz, habrá llegado mi Reino Nuevo, mi Reino de Paz, donde no hay bandos.

Hay fraternidad unida bajo un mismo Corazón, el Corazón de Cristo que murió por todos, para que todos vayan al Cielo, y por eso la Cruz de piedra se interpone entre el Cielo y el suelo. Y el Corazón de Cristo Vivo y Resucitado, que se ofrece por ellos en la Eucaristía en “la hondonada de la Roca”. [6]

La Eucaristía se encuentra aquí albergada en lo más hondo de la roca. Y por ellos, por buenos y malos, azules y rojos, late, y me encuentro latiendo en mi Corazón Amante. A todos espero, a todos amo. No excluyo a nadie.

Es absurdo, es malo reabrir nuevas heridas, pues éstas se encontraban ya cicatrizando muy bien, y yacían olvidadas, como debe ser. No ha sido bueno, y es una táctica del demonio de la que habéis sabido libraros muy bien, mis amados monjes del Valle. Pensad que vosotros siempre vais a estar protegidos por Mí. No así vuestros hermanos, [7] que no han renunciado al mundo y se encuentran inmersos en él, merced los vientos que les llevan de acá para allá, según la dirección del Averno y no la que ellos quieren. Para resistirlo, debían renunciar al mundo y a la carne, como hacéis vosotros.[8] Si no como vosotros, parecido, para poder reconocer más el demonio cuando se les acerca. No lo hacen. Sucumbirán.

Para que sucumba el menor número de ellos, quiero, Hermanos,[9] que recéis insistentemente y os sacrifiquéis por estos vuestros hermanos que se encuentran en el mundo. Yo os prometo, que si oráis, nunca os faltará el discernimiento. Que lo que tenéis que hacer no se os comunicará tanto por “videntes”, sino por el Espíritu Santo directo sobre vosotros.

Orad, velad y estad en guardia.

El Valle siempre quedará como un oasis de Paz si os conserváis pobres y pequeños, como hasta ahora.

Mis Hermanos, Yo no os abandonaré.

¿Y los mártires?

Los mártires te hablan, y te dicen:

(Hay como un ruido de espadas. De picas. Estandartes. Veo sólo la parte de arriba del Ejército. Los oigo, hacen ruido. Y dicen:)

Mártires del 36 enterrados en El Valle:

Hermana, debéis invocarnos más.

Los mártires del 36 deseamos ser invocados por vosotros en esta Batalla que se os presenta, porque deseamos ser de ayuda para vosotros. No podemos actuar más. No más, como queremos, porque no somos invocados por vosotros. Estamos como silenciados.

A todo este Valle se le ha tapado la boca y está en silencio, y sin embargo quiere gritar: “¡Guerra! Guerra por la Eucaristía”

¡Jesús!, ¿no dijiste que quieres que estemos en Paz?

Jesús:

Querida, Paz entre vosotros, los hermanos, pero Guerra al Enemigo.

No tenéis que luchar contra los hombres sino contra Satanás. Ése es el Enemigo.[10] (Él) Utiliza a algunos hombres, pero vosotros tenéis que amar a esos hombres. No es contra ellos contra quienes se lanza la batalla, aunque ellos estén a su servicio. Para ellos siempre la paz y la palabra amiga.

Con eso haréis vuestras batallas. No es con la sangre, no es con el fuego, tampoco con la artillería.

Es con las Armas del Amor, de las que os tenéis que proveer.

Es una batalla ante todo espiritual, aunque en su última fase se volverá física.

Hija mía, a mis mártires se les ha tapado la boca, y en todo el Valle reina el silencio.[11] Pero si estos callan, “gritarán las piedras”.[12]

(Parece que de lo profundo de la Roca, en donde está la Basílica, y aun de todo el Valle, saliera ese grito: “Guerra por la Eucaristía”. Y lo hacen todos a una).

Porque se abre la Guerra contra la Eucaristía, por lo que muchos de ellos dieron la vida.

Ellos os enseñarán a luchar.

Para motivaros estudiad la vida de los mártires que fueron eminentemente eucarísticos, y copiad sus actitudes y sus actuaciones.

¿Ellos dejaron que se saquearan los conventos?

No todos. De todas formas, una cosa es saquear el Convento, y otra profanar el Santísimo. El Santísimo, la mayoría de las veces, quedó protegido o consumido. Cosa que no sucederá ahora.

Ahora el demonio tiene más poder. Ya no va sólo contra lo santo, sino contra el mismo Santo de los Santos.

Ahora sí se atreve más. Antes no se atrevía más. Se conformaba con profanar lo Santo, porque era más fiel reflejo Mío. Ahora se encuentra muy poco “santo”. Lo habéis profanado ya vosotros.

Los mismos religiosos [13] se profanan a sí mismos y no son más un reflejo Mío y el de mi Madre.

Vosotros mismos, que os decís católicos, tenéis muy poco de ello. Por eso no encuentran gusto en profanar algo que ya es profano.

El demonio quiere profanar lo Santo. Ahora se atreve a llegar directamente al Tabernáculo y robar al Rey de la Vida. Os arrebata la Custodia en vuestras mismas narices, y os la pisotea delante sin que vosotros hagáis nada por miedo a perder la vida, a veces tan sólo por miedo a salir en la foto.

 

[1]. De la Guerra Civil española, de 1936 a 1939. En el Valle de los Caídos hay enterrados unas 34.000 personas, de los dos bandos contendientes.

[2]. El Valle de los Caídos ha tenido  muchos ataques, tratando de hacerlo desaparecer, no arreglando los desperfectos, prohibiendo a los fieles su acceso, tratando de que la Comunidad de Monjes Benedictinos se marche, etc.

[3]. Los seglares que acuden al Valle.

[4]. Que se orara.

[5]. Las Promesas que hace el Señor para El Valle se harán realidad si hay mucha adoración ante el Santísimo. Los seglares pueden contribuir yendo a las Adoraciones que tienen programadas en la Basílica.

[6]. La Basílica es subterránea, excavada en roca viva.

[7]. Los seglares.

[8]. Es decir, llevar una vida espiritual fuerte.

[9]. Se refiere a los monjes de El Valle. 

[10]. Cfr. I P 5,8.

[11]. Todos los mártires estaban representados en una cabeza, que yo veía amordazada.

[12]. Cfr. Lc 19,39.

[13]. Religiosos en general, no se refiere a ninguna Congregación en concreto.

 

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