Irene desde Madrid

Recuerdo cuando una amiga me hablo de los libros de marga, pero yo no quería más libros, al final la dije que me los trajera, pero por “machacona”.
Mi comienzo con los libros ¡venían escritos para mi! lloré, rumié, me emocione, y me los leí en muy poco tiempo, pero lo mejor, y a pesar de llamarme cristiana practicante necesitaba comenzar de cero. Un sacerdote fue el que me ayudo a comenzar una nueva vida, confesión general y a seguir con los libros que se han convertido en compañeros, los he leído varias veces (ahora más despacio y tratando de asumir todo lo que nos dicen).

Cuantas gracias le doy al Señor a la Virgen y a Marga, y por supuesto a mi amiga. si muchas de las personas que se llaman practicantes como yo, pudieran comenzar a leerlos, se darían cuenta de la llamada que se nos está haciendo, ¡El Señor nos está llamando, dejemos nuestros apegos mundanos, oración, santo Rosario, sacrificios!  El siempre nos espera y nos perdona.

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